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        En Oyó, reinaba el Alafin Aole, principal Obá, rey de reyes de los yorubá. Era déspota y cruel; el pueblo soportaba en silencio, pero el ejército, los ministros y funcionarios de la corte acordaron mandarle una cesta llena de ojos de pájaros, símbolo del rechazo colectivo.

 

Este presente significaba que el rey debía poner fin a su vida. Aole acató la tradición, pero antes de suicidarse lanzó una maldición sobre su pueblo.

Desde la explanada frente a su palacio, disparó tres flechas: una al sur, otra al oeste y otra al norte y gritó:

Mi maldición caerá sobre sus cabezas por su deslealtad que sus descendientes pagarán.

Sus hijos serán llevados como esclavos en todos los sentidos en que disparé mis flechas.

¡Mi maldición los perseguirá hasta más allá del mar!

¡Sus esclavos gobernarán sobre ustedes y ustedes se volverán esclavos!

Luego rompió un plato de barro, ruptura que simboliza la irreversibilidad del destino, y dijo:

¡Una calabaza rota quizás pueda pegarse, pero un plato no!
¡Así será de irrevocable mi maldición!”

Este dramático pataki nos da una lección mítica del fin del poderío de los yorubas y del trágico destino de este pueblo que en grandes masas fue vendido como esclavo en los mercados de América, principalmente desde fines del siglo XVIII.

 

Tomado de lucumi wholesale & import

 

Esta historia nos relata como por mal agradecimiento de su pueblo un rey decidió maldecirlos y con esa maldición el reino yoruba fue diseminado, pero no solo eso esa diseminación fue tan grande que efectivamente el pueblo yoruba tratado como esclavo fue transportado a la América en varias de sus latitudes, también paso a el extremo sur de África y también se han visto rastros de la cultura yoruba al este de la áfrica, hacia el Oriente medio.

Esa trasformación poco a poco ha ido evolucionando y es como hoy nosotros los religiosos y hacedores de la religión yoruba nos encontramos en las más diversas latitudes del planeta tierra, ya no como esclavos sino como practicantes de una de las religiones más insipientes y vigorosas.

 

Nuestro alcance en el mundo actual va de la mano de la participación de grandes personajes de la vida pública, Presidentes, Cantantes, Deportistas de renombre, etc., ahora varias de las religiones de mundo se preocupan de manera palpable por la proliferación de nuestras prácticas, por la empatía de tantos y muchos con la filosofía Yoruba y su conexión con una naturaleza viva, día a día vamos destruyendo mitos, demoliendo paradigmas y destruimos esos mitos que nos vinculan a prácticas malsanas y perversas.

 

Pero esta lucha que comenzó hace unos siglos atrás solo puede sostenerse con el apego a las buenas costumbres, con el misticismo de nuestras prácticas, con la manera de ayudar a nuestros prójimos. Debemos seguir esta lucha, pero desde el respeto sobre todo a aquellos que nos adversan, que nos vilipendian, que intentan hacernos esclavos nuevamente, esto no es una lucha de poderes, esto es ENALTECER la religión usando para ello, virtudes propias Yorubas como los son: Respeto, Humildad, Empatía y amor por la RELIGION YORUBA…  

LA MALDICION QUE CONVIRTIO AL PUEBLO YORUBA EN ESCLAVO    

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